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Displasia: Diez prácticas recomendaciones para padres con un bebé en tratamiento

La radiografía de caderas es uno de los exámenes de rutina más importantes que se realizan a los bebés de 0-3 meses. Porque es a través de éste que se puede descartar o descubrir la displasia de caderas. Una patología que consta, a grandes rasgos, en que la cabeza del fémur no encaja de forma adecuada a la pelvis.

La buena noticia es que si este problema es descubierto a tiempo, a través de radiografía o ecografía, puede ser corregida con gran éxito. 

Existen diversos tipos de tratamiento dependiendo la gravedad de la displasia y la orientación médica de quien trate dicha patología, entre ellas las correas de Pavlik, cojín de Freikja o el calzón de Van Rosen, en casos severos se requiere cirugía.

En nuestro caso, utilizamos durante algunos meses las correas de Pavlik, tratamiento que mantiene sus caderas amplias (abiertas), adoptando de esta forma el calce ideal de una cadera en estado natural. Sin embargo, es un tratamiento que incomoda bastante a los niños y requiere de mucha constancia. 

Es por esto que elaboré una lista con diez recomendaciones para hacer de este proceso algo más llevadero para los padres y bebés en tratamiento de Displasia.

Consejos prácticos para padres de un bebé con displasia

1- Es importante que tu círculo más cercano tenga conocimiento de lo complejo que puede ser regular las correas de tu hijo/a sin autorización, el ajuste de correas debe ser progresivo y bajo la supervisión y orden del traumatólogo tratante.

2. Si existe antecedentes hereditarios de problemas de displasia, luxación o subluxación de cadera, debes realizar el examen de forma precoz, idealmente al mes de nacer, mediante radiografía o ecografía según sugiera el especialista.

3. Si usualmente se posiciona al dormir de lado, puedes poner un cojín entre sus piernas evitando que se mantengan cerradas y así mantener la apertura necesaria.

4. A la hora de dormir, si aún se alimenta de leche materna, adopta una posición de lado y recuéstalo/a junto a ti logrando que pueda continuar durmiendo de espaldas con sus piernas abiertas.

5. Para que el roce de las correas no sea molesto a la altura de los hombros,  confecciona o utiliza algo que simule hombreras y pueda ser menos molesto a la hora de dormir o jugar.

6. El porteo es de muchísima ayuda, se sienten seguros en este nuevo proceso de adaptación, mantiene sus caderas amplias y piernas separadas y mantienen una posición cómoda y de apego.

7. Las correas deben ser utilizadas las 24 horas del día, sin embargo al tomar un baño, se sugiere otorgar 15-20 minutos y dejarlos en libertad de acción un momento, logrando experimentar lo que les dificulta con el tratamiento.

8. Al cargar a tu bebé procura sostenerlo sobre tu cadera, a un costado de ella, permitiendo una mayor comodidad tanto para ti como para él/ella.

9. La constancia en este tipo de tratamientos es fundamental, sólo mediante la constancia y compromiso con el tratamiento se logrará ver los resultados esperados.

10. Este punto es el más importante, tu bebé necesita de ti siempre, pero en este proceso más que nunca necesita de amor, paciencia y comprensión, ayúdalo a poder adaptarse a esta nueva postura, está en tus manos su pronta rehabilitación.

Constanza Morales, madre de Joaquina.
@mama.cotidiana

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