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6 formas de tratar picaduras de abejas o avispas

  

Junto al verano llegan en su esplendor otras situaciones: pequeños con pies descalzos, juegos en el pasto, abejas y avispas volando en las flores. ¿Resultado? Más de un niño sufrirá una picadura, que aunque básicamente son inocuas, pueden ser bastante molestas y en algunos casos, requieren de mayor prevención o cuidado. Por eso, deberías saber distinguir entre cuándo basta con ponerle una bolsa de hielo para aliviar el dolor y cuándo es necesario acudir a urgencias.
Y es que para la mayoría de la gente, que le pique una abeja o avispa no suele ser más que una molestia. El área de la picadura se puede enrojecer ligeramente y/o hincharse y la herida doler un poco, pero eso es todo. Sin embargo, hay un porcentaje de niños –y también adultos- en que esa picada o mordedura –ya sea de abeja o avispa-, puede provocar problemas graves en las personas que son alérgicas a sus venenos.

Esta reacción alérgica puede ser localizada (inflamación, calor y picazón en la zona que rodea a la picadura) o sistémica, en la que el veneno provoca una respuesta que afecta a todo el organismo en su conjunto.

En este último caso, pueden salir ronchas por todo el cuerpo, además de producir sibilancias (hacer ruido al respirar); la falta de aire; la aceleración de la frecuencia cardiaca; y el desmayo; así como la hinchazón de cara, labios, garganta y/o lengua. Si un niño presenta estos síntomas, es importante pedir ayuda médica de inmediato, llamando al teléfono de emergencias o bien acercarse lo más pronto posible a un centro de urgencias.

Aunque se trata de algo muy infrecuente, las reacciones alérgicas graves (conocidas como anafilaxia) a las picaduras de abeja o avispa pueden ser mortales si no se recibe asistencia médica inmediata.
 
¿Qué hacer?
1.- En la mayoría de variedades de picaduras de bichos, los antihistamínicos ayudan a reducir la picazón y la inflamación, y el paracetamol ayuda a aliviar el dolor. El ibuprofeno también ayuda a reducir la inflamación al tiempo que alivia el dolor.

2.- Cuando pique una avispa o una abeja, si logras ver el aguijón, extráelo lo antes posible para reducir la exposición al veneno.

3.- Lava la picadura con agua y jabón y mantenla limpia. Aplica loción de calamina y bicarbonato de sodio (a menos que la picadura esté cerca de los ojos).

4.- Pon una bolsa de cubitos de hielo sobre el área afectada durante 15 minutos cada pocas horas, o bien cúbrela con una compresa fría.

5.- Asimismo, aplica crema antibiótica para prevenir posibles infecciones. Las cremas que contienen hidrocortisona al 1% pueden reducir el enrojecimiento, la inflamación, la picazón y el dolor.

6.- Si tu hijo es alérgico a las picaduras de abeja o de avispa, pide a tu pediatra que le recete un auto-inyectable de adrenalina (también conocida como epinefrina). En caso de una reacción alérgica grave, debe utilizarse y llamar al número de emergencias. Los inyectables de adrenalina son fáciles de usar; tu médico o farmacéutico te explicará cómo hacerlo.

¿Cómo puedes saber si una picadura es demasiado grave?

• falta de aire
• sibilancias (ruido al respirar)
• enrojecimiento o ronchas
• hinchazón de cara, labios y/o lengua
• sensación de que se te está cerrando la garganta
• náuseas
• vómitos
• debilidad
 

Equipo Súper Madre 
 

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