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Diálogos con mi niña interna: frases que sanan el alma

Psicología

Diálogos con mi niña interna: frases que sanan el alma

Conversar con nuestra niña interna, puede resultar muy terapéutico para sanar a las mujeres adultas que somos. 

En el marco del Día Internacional de la Niña, compartimos algunas reflexiones inspiradoras para conectar y reconciliarte con tu niña interna.

Carmen Gloria Espinoza: “Me encantó que bailaras ballet todo lo que pudiste”

Querida Carmen:

¿Como estás ? ¿Cómo va la escuela ? ¿Sigues bailando ballet? Quiero que sepas que creo que eres una muy buena hija y hermana, que te llevas muy bien con tu hermano mayor y que cuidaste muy bien de tu hermana pequeña .

Lamento que en tus primeros años de escuela no hayas podido adaptarte muy bien a las rutinas escolares, pero es normal cuando eres una niña muy regalona de tus padres .

Lamento también esos días en que te sentías sobrepasada en las actividades sociales con tus compañeros o cuando llorabas por sentirte sola si no te acompañaban tus tías a todas partes . Pero ¿ves? Ya pudiste sentirte mejor, cuando te diste cuenta que tus compañeros y compañeras  podían ser tus amigos.

Me encantó que bailaras ballet todo lo que pudiste, porque eras realmente feliz en esas clases y lamento que hayas tenido que dejarlas por entrar al liceo.

Quiero que sepas que prácticamente todo lo que soñabas lo haz logrado y que nunca es tarde para seguir con otros sueños. Trabajas en lo que más amas, y tienes un hijo y una familia muy linda.

No te sientas mal por los malos momentos en la escuela, porque eso te servirá también para entender mejor a tu hijo y para valorar las verdaderas amistades. Sigues teniendo una hermosa familia, padres, abuelos, hermanos. Gracias por pensar en tu futuro y gracias por enseñarme todo lo que sé hoy .

Se despide, tu adulta.

Laura Marambio: “Es necesario que conversemos para que, a tu corta edad, puedas vivir más segura”

Hola ¡pequeña gran niña! ¿Cómo estás?

Te cuento que vengo del futuro y déjame felicitarte, has llegado muy lejos. Ni siquiera tú te imaginas lo grande que estás. Y para no cambiar la historia, no te contaré nada, pues todo lo que vives y tendrás que vivir, es una herramienta más en tu colección de sobrevivencia.

Sin embargo, es necesario que conversemos para que, a tu corta edad, puedas vivir más segura, libre, valiente y feliz.

Las notas en el colegio, no son tan importantes como lo hacen pensar tus profesores. No pasa nada si en una evaluación te va más o menos mal. El mundo no se acaba ahí. Junto con ello, no dejes que tus profesores hagan diferencias entre el grupo de las aplicadas, las del montón y las “flojas”. Todas son niñas, aprenden de diferentes formas y pueden llegar muy lejos.

A pesar de que tus padres se están separando, no es tu culpa, ellos te quieren. No seas tan dura con tu papá, también sufre al igual que tú. Déjalo que sea parte de tu vida, dile que lo quieres.

Los dulces no son comida saludable, el arroz con leche, sigue siendo tu favorito, junto con las lentejas.

Celebra tus triunfos, abraza tus frustraciones. Quizás ya no te veré con ojos de niña, pero vives siempre en mí. No olvides ver tus dibujos animados favoritos, canturrear y comer algodón de azúcar.

¡Feliz día de la niña! Todo lo que te propones lo logras.

Laura, la adulta. 

 

Nataly Gutiérrez Herrera: “Quiero que sepas que lo que no pudiste hacer por obediencia hoy si puedes hacerlo”

Querida mía, hoy te saludo como parte del pasado, como parte del presente que es formado por él y que en un instante forma parte de éste y a su vez, queramos o no, genera cambios en tu futuro. Hoy quiero saludarte y escribirte estas palabras para que cada vez que dudes puedas leerme, abrazarme y así reafirmes tus convicciones para que nunca las olvides.

Puedo escucharte y comprenderte, puedes despojarte de esa armadura y liberarte de cualquier represión, puedes ser vulnerable, llorar, enojarte o equivocarte, también puedes ser ilusa, fuerte, luchadora, soñadora, justiciera o rebelde, porque, tienes todo permitido. Sé que llevas bastante tiempo preguntándote por esas rasmilladuras en tus rodillas, por qué hay tantas cosas que te causaron emociones, sensaciones e incluso sentimientos difíciles de manejar y el por qué creaste esa coraza incólume. Antes que todo evita juzgarte por el prisma ajeno; ámate, respétate, cuídate, haz lo mismo con otres y metamorfosea tu fé.

Nuestra vida fue relegada por el hecho de nacer mujer y nos vimos obligadas a continuar dentro de estereotipos sumisos, agradables, delicados, estéticos, frágiles, hogareños y dependientes. Pero si sigues por ahí dentro con coraje y llena de inquietudes, quiero que sepas que lo que no pudiste hacer por obediencia hoy si puedes hacerlo, nunca es tarde, así que sacúdete e incentívame para que todo aflore por sí mismo, nunca más hagas caso a un “no puedes porque eres niña”, “calladita te ves más bonita”, “las señoritas no hacen/dicen eso” y tantas otras cosas que la opresión patriarcal nos refriega constantemente en la cara.

Hoy soy bastante solitaria y quitada de bulla, quizá aún queden muchas cosas que sanar de la niña que aún me habita, pero sin duda que quiero agradecerte por seguir viva como un motor a toda prueba, porque si no hubieses sido como hasta ahora, probablemente, no hubiese llegado hasta acá, haciéndome cargo de mí misma y de quien he logrado ser poco a poco; la carrera no es con otre, es conmigo misma para reparar, deconstruir y avanzar, frustrándome, equivocándome pero dando pasos lo más firmes posibles. El desafío sigue y seguirá, pero siempre estaremos acompañadas una de la otra. Una gratitud eterna es lo que siento por ti, no hay otra palabra que identifique mi sentir. Gracias por ser la energía del cambio, por hacerme resiliente, valiente, creativa e inteligente.

Con cariño, tu yo adulta.
Instagram @taly_nut

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