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Evita el gaslighting en las relaciones con tus hij@s

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Evita el gaslighting en las relaciones con tus hij@s

“Yo nunca te dije eso, te lo estás imaginando”. “Papá ha tenido un mal día en el trabajo porque le has hecho enfadar”. A veces, usamos frases con las que les hacemos llegar mensajes a nuestros hij@s que, aunque no sean a propósito, pueden convertirse en gaslighting. Este artículo de Bebés y más busca prevenirlo.

¿Qué es el gaslighting?

Es una forma de manipulación sutil y dañina. El término significa “lus de gas” y viene de la obra de teatro Gas Light, en la que un hombre intenta hacer que su mujer crea que se está volviendo loca. Para lograrlo, hace que dude de sus percepciones, sensaciones y recuerdos. Finalmente, lo que consigue la persona que ejerce esta manipulación es que la persona manipulada no confíe en su sentido de realidad.

En la infancia, el gaslighting puede afectar si l@s adult@s a cargo realizan un conjunto de acciones continuadas en el tiempo que configuran su comportamiento. Cada conducta aislada no implica gaslighting, sino cuando aparecen de forma conjunta con otras conductas, como el desprecio, la invalidación y las mentiras.

Algunas de estas acciones son:

  1. Generar culpa. Por ejemplo, hacerle responsable de tus sentimientos o reacciones: “has estado molestando toda la mañana y por eso ahora estoy de mal humor”.
  2. Infravalorar. Cuando un/a niño/a se siente infavalorado/a, siente que nunca es suficiente y que tiene que demostrar mucho para sentirse realmente querido/a.
  3. Despreciar lo que le gusta. Quitarle importancia o valor a sus intereses o aficiones, reírse de ello, ignorarlo, despreciarlo, etc. Esto afecta directamente a su autoestima.
  4. Invalidar sus emociones. Decirle “estás exagerando”, o “lloras por todo”, son formas de invalidar sus emociones, de transmitirle que lo que está sintiendo está mal.

Consecuencias del gaslighting en la infancia

L@s niñ@s que sufren gaslighting pueden desarrollar inseguridades, dificultad para poner límites, sentimiento de culpa o incapacidad para expresar sus emociones. Para prevenir esto, es muy importante que seamos conscientes de la forma en que nos comunicamos con ell@s. Cuidar nuestro lenguaje, evitar mentir, reforzar sus intereses y validar sus emociones son maneras en que podemos entregarles un espacio seguro para su desarrollo.


El texto original es de Laura Ruiz Mitjana y fue publicado en la web de Bebés y más. Lo encuentras aquí.

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