Por Nathalie Pino
¿Te has preguntado alguna vez qué es ser exitoso en el ámbito escolar? Sin duda las respuestas pueden ser variadas, porque corresponde a parámetros personales que cada uno impone, a la edad que tengamos o que tengan nuestros hijos y el objetivo que deseamos alcanzar.
Así, cuando nuestros pequeños hijos van por primera vez al jardín infantil, puede que tengamos como objetivo primordial que compartan con otros, que comiencen a conocer el mundo con la mediación de la educadora. Aunque cada vez que vayan avanzando en escolaridad las metas a alcanzar serán también mayores.
Pero ¿solo se es exitoso logrando cada meta que nos propone el sistema escolar? Tras mi salida del sistema, pude ver claramente que el exitismo se encuentra directamente ligado a la salud mental. Solo se es exitoso cuando lo que hacemos en el ámbito escolar nos genera tranquilidad, confianza y felicidad.
Si bien mi foco primordial a la hora de enseñar a los pequeños estaba centrado de manera transversal en lo valórico y comportamental, la mayoría de los apoderados les dan mayor relevancia a los aprendizajes de cada asignatura y a las calificaciones que obtienen los niños y que los sitúan en un estatus dentro de su curso, nivel y colegio.
El éxito escolar debe estar ligado a tener una salud mental satisfactoria. No se puede ser exitoso si lo estamos pasando mal, si no sabemos cómo lograr cada uno de los objetivos que nos proponemos o no contamos con apoyo psicológico, de refuerzo, estrategias de estudio y organización escolar. Cada uno de estos ámbitos debe abordarse desde muy pequeños y debemos estar alerta ante cada situación que requiera de nuestro apoyo. Procurar anticipar a los niños a cada nueva situación, a saber pedir ayuda y a expresar sus emociones, y a entender cada nueva emoción que se descubre compartiendo con otros.
Entonces, ¿nos olvidamos de las exigencias escolares? Para nada, porque hacer eso nos supondría una angustia ante las obligaciones escolares. Sin embargo, el foco no debe estar puesto en obtener la mejor calificación, si no en hacer lo mejor posible cada una de las tareas, cumplir con las exigencias escolares supone poder tener el control de cada actividad, estar al tanto de lo que necesito realizar, y a medida que van creciendo, poder realizarlo de manera autónoma.
Pero para poder estar al pendiente de todo se requieren estrategias de estudio y organización escolar en casa. Esto es, tener nuestro horario de clases y actividades extraprogramáticas, organizar por medio de un calendario las tareas si las hubiere y fechas de trabajos y evaluaciones a modo de establecer las instancias de estudio que se requieran.
El trabajar estas habilidades desde los primeros años del sistema escolar supondrá un aprendizaje que será de gran ayuda para el futuro de cada uno de los niños permitiéndoles manejar y organizar su tiempo en pos de los objetivos que se planteen.
Por otra parte, entender la escuela como el lugar que les permite aprender a ser, desde la convivencia y las diferencias que son válidas y respetables, a manejar las frustraciones, a acompañarlos y alentarlos cuando creen que no pueden lograr algo. A permitirles hacer lo que más les gusta, sin presiones, solo porque los hace felices. Somos los padres y apoderados los llamados a educar en este sentido para así favorecer el clima dentro del aula y la comunidad educativa en su conjunto. Ese es el aporte más significativo para la vida escolar de nuestros hijos y sus compañeros.
Nathalie Melissa Pino Cisterna es madre y profesora de Educación Básica. Su relación con la infancia se relaciona con su formación y experiencia laboral, además de su búsqueda constante de guías para transitar hacia una maternidad respetuosa.