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Golpes en la cabeza: ¿Qué debemos hacer?

Una de las situaciones más frecuentes que se presentan en la niñez son las caídas. Y, de éstas, la preocupación más grande de una madre es cuando se golpea la cabeza.
¿Cuántas de ustedes han salido corriendo a urgencias porque el bebé se cayó de la cama o algún mueble? Seguramente muchas. ¿Cuántas cosas les han pasado por la mente cuando eso ocurre? Es una situación muy estresante y que causa miedo por las posibles secuelas que pueda haber.
El traumatismo craneoencefálico, cómo se denomina el golpe en la cabeza a nivel médico, es la alteración producida sobre el cerebro y sus cubiertas (huesos y meninges) como consecuencia de una fuerza exterior, por ejemplo, las caídas o los accidentes de auto. Es muy frecuente en la infancia y, la mayoría de las veces, no ocasiona daños relevantes, pero si los hay suelen representar gravedad y secuelas a largo plazo. Por esta razón hay que saber qué hacer si se presenta y cuáles son los signos de alarma para que sea evaluado tiempo.
La principal causa es por caídas de altura (cama, cuna, cambiadores, coches, sillas de comer, sofá) y desde sus propios pies cuando empiezan a caminar, en los menores de un año. Luego, le siguen en frecuencia, los accidentes de auto en niños más grandes ya que muchas personas no siguen las normas de seguridad del uso de sillas para niños o colocarles el cinturón de seguridad cuando están más grandes. Este simple gesto salva millones de vidas al año.
De igual forma, en un bebé puede tener trauma craneal por malos tratos de sus cuidadores o por el “síndrome del niño sacudido” (cuando sacuden energéticamente su cabeza en un momento de rabia o juego brusco). Y esto es algo que hay que tener en cuenta siempre, en guarderías o jardines de cuidado diario, aunque no sea tan frecuente.
Ahora bien, hablemos de las más frecuentes y las que más nos preocupan: las caídas. Éstas, casi siempre, son lesiones superficiales que producen hematomas, dolor y heridas leves. Que un niño tenga varias caídas, sin daños importantes, varias veces en su vida, no significa que tendrá secuelas en edad escolar o adolescente. Tengamos eso claro.

¿Qué debemos hacer ante una caída?

Primero, y lo más difícil para una madre, es mantener la calma. Cuando estamos angustiadas no pensamos tan bien, los bebés se asustan más y suelen llorar por más tiempo y así no podremos saber si el llanto es de dolor o miedo. Tratar de permanecer tranquila te hará repasar estas recomendaciones para que puedas identificar si es un problema grave o puedes resolverlo en casa.
Revisa al niño. Aunque el golpe haya sido en la cabeza, desvístelo y evalúalo completo para estar segura que no tiene alguna herida o deformidad en alguna otra parte del cuerpo. A veces, puede estar acompañado de fracturas en brazos o piernas.
Toca su cabeza suavemente y con mucho cuidado buscando reblandecimientos. Los huesos del cráneo del bebé son un poco más suaves que el de los niños mayores o adultos y si hay fracturas se pueden sentir como hundidos o blandos como esponja. Eso sí, siempre con mucho cuidado (también por esto debes estar tranquila).
Trata de calmarlo para que luego evalúes su conducta. Cárgalo, háblale con cariño, que él sienta que está acompañado y que ya pasó. Si es la hora de sueño y quiere dormir, déjalo.
Si ves que se forma un hematoma (chichón o huevito en el sitio del golpe) puedes ponerle compresas frías para que no crezca tanto y calme un poco el dolor.
Si se queda tranquilo y sigue jugando normalmente, no lo descuides. Aún así tienes que vigilar como se comporta por un lapso de 48 horas. Las contusiones cerebrales, que son pequeños golpecitos que se da el cerebro contra los huesos del cráneo, pueden dar síntomas varias horas después del golpe. Por esta razón lo debes vigilar.
No le ofrezcas líquidos o comida sólida inmediatamente después del golpe porque puede vomitar (por la contusión) y confundir el diagnóstico. Espera una hora, aproximadamente.

¿Cuáles son los signos de alarma para ir a urgencias?

Pérdida de consciencia: el bebé se queda desmayado, no responde al llamado ni a los movimientos. Puede suceder de manera inmediata o unos pocos minutos después del golpe.
Irritabilidad: no se calma con nada, llora continuamente y grita.
Vómitos incontables. En el traumatismo leve pueden presentarse de 1 a 2 vómitos luego del golpe como consecuencia de la contusión. Pero si éstos no ceden y se hacen incontables, se debe evaluar al niño en urgencias porque puede significar que el cerebro esté hinchado (edema cerebral) sin que haya una fractura en el cráneo.
Somnolencia. Muchas madres no dejan dormir a los niños después que se golpean la cabeza por miedo a que no despierten. Ellos pueden dormirse si están cansados o es la hora del sueño. El problema se presenta cuando el niño está somnoliento, responde lentamente al llamado o al dolor. Va cerrando los ojos, como quedándose dormido, pero no hay manera de mantenerlo despierto. Es como si el sueño fuera más fuerte que él.
Heridas o reblandecimiento de los huesos del cráneo. Así sean heridas pequeñas se debe evaluar, sobretodo si es un bebé menor de un año.
Salida de líquido claro, parecido al agua, o sangre por nariz u oídos. Este es un signo de fractura grave que no está a simple vista y dónde hay que actuar muy rápido.
Si observas alguno de estos síntomas debes acudir de inmediato a urgencias para que sea evaluado el niño. Allí lo examinarán y harán los estudios pertinentes que, la gran mayoría de las veces, influye una tomografía de cráneo para diagnosticar lesiones que no pueden verse con el examen físico o radiografías simples. Generalmente, si todo sale bien, se mantiene en observación para evitar que haya síntomas tardíos y luego el alta con recomendaciones para los padres.

¿Cómo prevenir los accidentes?

Las caídas son accidentes que le pueden pasar a cualquiera. No por esto se es mala madre o mal padre. Pero si se debe tener extrema precaución cuando se deja un bebé solo en una cama o un sofá (sobretodo si está empezando a sentarse o gatear). Ellos no tienen consciencia del peligro que eso representa.
Cuando empiezan a caminar hay que tener cuidado con las superficies que están alrededor como mesas con las que se puedan golpear en la cabeza, esquinas u orillas de otros muebles de la casa. También vigilar el piso por si está resbaladizo (se caen hacia atrás y suelen ser golpes muy fuertes). A muchos les gusta meterse dentro de gabinetes o debajo de las mesas para luego pararse y se golpean muy fuerte en la cabeza (por el impulso que toman).
Y si tienen auto, deben usar las sillas adecuadas, a contramarcha, o el cinturón de seguridad en los niños más grandes. Acostumbrarlos a esto hará que sean adolescentes y adultos más dedicados a su seguridad. Nunca den por sentado que nada pasará. Los accidentes de tráfico suelen ser muy graves para los niños que no están protegidos por los cinturones.
Dra. Ynés Arredondo
Pediatra-Puericultora
Especialista en Lactancia Materna
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