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Mi hijo tartamudea, ¿qué hago?

Esta es una pregunta sumamente frecuente en consulta. La mayoría de las madres y padres que llegan buscando ayuda me la realizan. Lo primero que les respondo es que deben aprender sobre tartamudez, para así poder entender mejor lo que le pasa a su hijo y a partir de eso, buscar las estrategias necesarias para que se pueda comunicar de forma más fácil.

Entonces, ¿qué es o por qué se produce la tartamudez? Es una alteración de base neurobiológica en la fluidez del habla que afecta la comunicación. Se puede causar por múltiples factores, siendo algunos: genética, ambiente, temperamento, demanda comunicativa, desarrollo lingüístico, entre otras, las cuales producen diferencias en el funcionamiento y anatomía cerebral. A diferencia de la creencia popular, la tartamudez no es causada por nervios, ansiedad o estrés, lo que sí puede suceder es que estos estados incrementen las disfluencias (trabas) de los niños. Aparece generalmente entre los 2 a 4 años, aunque esto se puede extender hasta los 12 años aproximadamente, por lo que no es algo esperado dentro del desarrollo lingüístico de ningún niño. Esa frase que dice “es normal que tartamudee, está aprendiendo a hablar” es un mito y lo único que logra es que los niños lleguen tardíamente a terapia, además de existir la posibilidad de que el niño o niña adquieran experiencias negativas en torno a su tartamudez, las que harán que su forma de hablar lo limite en su vida diaria.

Además de esto, es importante que sepas que la tartamudez tiene 2 características:

  1. Es cíclica o fluctuante, esto quiere decir que van a existir episodios de tartamudez, pero también episodios de fluidez. Habrá días, semanas o meses que tu hijo estará trabado, y otros días, semanas o meses en los que hablará fluido. Esto es normal que suceda, es parte de la tartamudez.
  2. Es variable, es decir, se expresa diferente en contextos, personas, temáticas y momentos del día. Quizás te hayas dado cuenta de que tu hijo se traba más al hablar con alguna persona en particular, en algún contexto en particular, o que tartamudea más en la tarde que en la mañana. Todo esto se debe a la variabilidad.

Otro aspecto desconocido de la tartamudez son sus dimensiones, ¿sabías que la tartamudez es más que sólo tartamudear? Es decir, tiene diferentes dimensiones o aspectos. Algunas son visibles como las trabas o los movimientos asociados al momento del tartamudeo, todo esto se conoce como dimensión o aspecto motor. Pero existe otros que son no visibles, como los aspectos o dimensión lingüística, social, afectiva y cognitiva. Por ende, tenemos que ver la tartamudez como un iceberg, dónde sólo podemos observar la punta, pero desconocemos todo lo que pasa de forma interna y que es fundamental tener en cuenta para lograr una vivencia positiva y poco limitante en el día a día de tu hijo. El rol de los padres es fundamental en esto, cómo ustedes ven la tartamudez será como su hijo o hija lo viva.

Si nos imaginamos este iceberg como una alcancía, cada comentario que realicen será una ficha que la irá llenando, entonces cuando le decimos: respira o cálmate, el niño sentirá que no te gusta su forma de hablar (autoestima), que no habla bien (inseguridad) y que algo está haciendo mal (culpa).

Ya teniendo clara esta información, ¿qué se recomienda hacer para ayudar al hijo que tartamudea? Lo primero es mantener la calma, y buscar ayuda profesional de un fonoaudiólogo especializado en tartamudez. Esto es sumamente importante porque no todos los fonoaudiólogos saben del tema. Al final de esta columna te dejaré la página de la fundación chilena de la tartamudez, donde podrás encontrar un fonoaudiólogo con formación actualizada y experiencia en el abordaje clínico de la tartamudez, los cuales atendemos en Chile y el extranjero. Además, es importante que sepas que el único profesional que tiene conocimientos sobre el tema es el fonoaudiólogo. No necesitas llevarlo a un psicólogo, psiquiatra, neurólogo ni otro profesional.

Ahora que ya conoces lo que es la tartamudez, ¿qué puedes hacer para ayudar a tu hijo o hija?

  1. Tener súper claro que la tartamudez no es culpa tuya, pero que tus comentarios o manejo sí pueden afectar su vivencia.
  2. Cómo ya sabes, la tartamudez no es causada por nervios o ansiedad, por lo que no es recomendable pedirle a tu hijo que se calme, respire o piense antes de hablar. Con estas frases sólo le refuerzas que su forma de hablar es incorrecta y que él debería hacer algo para hablar más fluido. La tartamudez es una forma de hablar incómoda e involuntaria, tu hijo no decide hablar así, te recomiendo que, en vez de decirle esas frases, le des el tiempo necesario para que se pueda expresar sin completarle sus frases o palabras. Sólo escúchalo atentamente y céntrate en el contenido de su mensaje.
  3. Otro error frecuente que se repite en la consulta es las demandas comunicativas altas, ¿qué significa esto?, que muchas veces al interactuar con nuestros niños lo hacemos a través de preguntas y ellos deben responderlas. Una forma fácil de bajar la demanda comunicativa es cambiar las preguntas por comentarios, por ejemplo: ¿Qué quieres comer?  me gustaría comer sushi. ¿Qué logramos con esto? No obligar a nuestros hijos a hablar, más aún en los episodios de mayor tartamudez. Si tu hijo te pide ayuda para responder alguna pregunta, ayúdalo. No lo obligues a hablar, si él o ella se sienten incómodos en ese momento, ayudémoslo.
  4. Entrégale un modelo de habla lento y pausado. Si tú le hablas rápido, él o ella también lo harán y esto producirá que se trabe aún más. En terapia fonoaudiológica se le enseña al niño y a los cuidadores un modelo de habla más fácil para utilizar en momentos de mayor tartamudez.
  5. No te burles de su forma de hablar, recuerda que es involuntario e incómodo.
  6. Conversa con otros familiares y/o amigos, cuéntales que tu hijo tartamudea y que sólo deben darle más tiempo sin realizar comentarios sobre su fluidez.
  7. Conversa con tu hijo o hija sobre cómo se siente con su forma de hablar, los niños que tartamudean son conscientes de su forma de hablar mucho antes de poder verbalizarlo.
  8. Si sientes ansiedad al escuchar a tu hijo tartamudear, no te culpes. Es normal sentir emociones diferentes frente a esta forma de hablar. Lo importante es aprender a manejarlo para no entregarle la responsabilidad de tus emociones a tu hijo. Esto se trabaja en la terapia fonoaudiológica.
  9. Consejería familiar: para realizar un abordaje terapéutico completo, es importante que puedas tomar una consejería para padres de niños que tartamudean. En mi caso le solicito a todos los papás y mamás con las que trabajo que agenden una sesión con Carolina Correa, quién esta formada en el área. Además, es cofundadora y presidenta de la fundación chilena de la tartamudez. No es requisito que estén en terapia para tener sesión con ella. Carolina los ayudará a entender desde la mirada vivencial la tartamudez y resolverá tus dudas que vayan surgiendo en el día a día. A continuación, te dejo su información de contacto. Instagram: @consejerías_ttm

Si quieres obtener mayor información o agendar una sesión de evaluación, sígueme en mi Instagram: @flga.camiaguilar. Actualmente trabajo con pacientes chilenos y extranjeros.

También puedes obtener información sobre tartamudez en la página de la fundación chilena de la tartamudez www.somostartamudez.cl, donde además encontrarás el listado de fonoaudiólogos.

Camila Aguilar

Fonoaudióloga experta en tartamudez

Foto de Amor creado por freepik – www.freepik.es

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