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Vacunas para embarazadas: ¿Cuáles recibir y cuáles están prohibidas?

Las vacunas para embarazadas se usan para prevenir enfermedades especialmente complejas y potencialmente graves durante el embarazo. También se utilizan para prevenir infecciones perinatales y enfermedades graves del recién nacido y lactantes.

Existen diferentes tipos de vacunas, de acuerdo a la forma en la cual funcionan se pueden utilizar o no en el embarazo.

De acuerdo a los microorganismos que contienen se separan en 4 grupos diferentes:

  1. Microorganismos vivos atenuados
  2. Las de subunidades (partes) o subproductos de microorganismos
  3. Microorganismos muertos o inactivos
  4. Las recombinantes

Una regla simple para saber cuáles son las vacunas que no deberían las embarazadas, es la de evitar todas las vacunas que estén fabricadas a partir de microorganismos vivos (virus o bacterias) atenuados.

Vacunas para embarazadas

Las vacunas protegen a la embarazara y al bebé de enfermedades que son prevenibles. Durante el embarazo y después a través de la lactancia las madres transmiten anticuerpos a sus bebés.

Los anticuerpos (inmunoglobulinas) son proteínas que tienen un rol en nuestro sistema inmune para identificar y neutralizar microorganismos dañinos (virus y bacterias).

Durante la primera etapa de la vida del bebé, cuando aún no pueden recibir ciertas vacunas o no adquieren su propia inmunidad, utilizarán los anticuerpos que les entrega la madre. Es decir los anticuerpos creados gracias a las vacunas no sólo protegen a la madre, sino al bebé.

Si bien las vacunas son muy buenas, durante el embarazo ciertas vacunas, como la rubeóla, pueden producir malformaciones e incluso la muerte fetal.

¿Qué vacunas necesito durante el embarazo?

Hay ciertas vacunas que deberían recibir todas las embarazaras, como por ejemplo deberían recibir en cada embarazo la vacuna contra la influenza y la tos ferina (pertussis, coqueluche, tos convulsiva).

Las embarazas con influenza tienen mayor riesgo de tener complicaciones graves en comparación con la población general.

Las embarazadas no sólo pueden tener complicaciones graves, sino que el virus de influenza puede producir abortos espontáneo y parto prematuro. Vacunarse también evita contagiar al bebé durante sus primeros meses de vida.

La vacuna para la influenza se puede recibir en cualquier momento durante el embarazo, en Chile se les indica a las embarazadas luego de la semana 13º.

Vacuna contra el coqueluche o tos convulsiva

La vacuna contra la tos ferina (también conocida como pertussis, coqueluche o tos convulsiva) deberían recibirla todas las embarazadas. Internacionalmente se recomienda recibir la vacuna entre las 27 y 36 semanas de gestación, en Chile la indican a partir de la semana 28.

Esta vacuna es importante para proteger a los más pequeños durante sus primeros meses, hasta que ellos cumplan la edad suficiente para ser vacunados (2 meses).

De los recién nacidos contagiados con esta enfermedad, la mitad requiere hospitalización. Es una infección que puede comprometer la vida de un recién nacido, es por eso que esta vacuna tiene tanta importancia durante el embarazo.

La vacuna también se recomienda para adultos que pasan mucho tiempo con el bebé recién nacido (papá, hermanos, otros cuidadores).

¿Qué efectos adversos pueden tener estas vacunas?

Las vacunas son un fármaco, como tal, pueden tener efectos adversos, los que por lo general son leves y desaparecen solos.

Algunos de los efectos secundarios más frecuentes de la vacuna contra la influenza y tos convulsiva son:

  • Dolor
  • Enrojecimiento o aumento de volumen en el sitio de puncion
  • Dolores musculares
  • Cansancio
  • Fiebre

Estos efectos adversos no ocurren en las embarazadas, sino que pueden ocurrir en cualquier persona que recibe una de estas vacunas.

En caso de presentar algún tipo de molestia luego de recibir una vacuna, es importante acercarse a su equipo tratante o acudir a un servicio de urgencias si la situación lo amerita.

Vacunas adicionales en el embarazo

Ciertas embarazadas que requieren viajar a zonas de riesgo o tienen alguna condición o enfermedad específica, tal vez requieran vacunas adicionales. Dentro de las vacunas que pudiesen considerarse en ciertos embarazos, están:

  1. Hepatitis A
  2. Hepatitis B
  3. Meningococo
  4. Neumococo

Por ejemplo la vacuna para en neumococo estaría indicada en madres fumadoras, portadoras de VIH u otras condiciones de inmunodeficiencia. También aplica para las mujeres con enfermedad renal crónica, trasplantadas y usuarias de corticoides.

Estas vacunas no son de uso rutinario en el embarazo, por lo que su indicación será siempre considerando el riesgo y beneficio de su uso.

Vacunas prohibidas en el embarazo

Las vacunas que se pueden usar con toda seguridad en el embarazo son las contienen virus muertos o inactivados. También se pueden usar las que que tienen subunidades (fragmentos de microorganismos) o las que utilizan toxoides (anatoxina).

Los toxoides son toxinas bacterianas que han sido atenuadas o inactivadas mediante químicos o efectos del calor.

Hay ciertas vacunas que por sus características se deben evitar en en el embarazo, estas son las que contienen microorganismos vivos atenuados.

Vacunas vivas

  • Tresvírica (conocida también como MMR)

Entrega inmunidad contra Sarampión, Paperas y Rubéola. En mujeres no inmunes se debe vacunar después del parto. En mujeres que están buscando un embarazo, deben embarazarse al menos 1 mes después de la aplicación de la vacuna.

  • Polio oral

Vacuna que está cayendo al olvido, ya que ha sido reemplazada por la polio inyectable. No se puede utilizar en embarazadas.

  • Varicela y herpes zoster (Zostavax, Shingrix)

Contraindicadas en el embarazo, utilizan virus vivos atenuados (excepto Shingrix que utiliza glicoproteína E recombinante).

Las vacunas para el herpes zoster (Zostavax y Shingrix) se recomiendan rutinariamente a adultos mayores de 50 años, por lo que no se deberían considerar en el embarazo.

  • Fiebre amarilla

Debe evitarse en el embarazo, con la salvedad que la embarazada tenga un viaje impostergable a una zona de riesgo, ya que su riesgo de complicaciones es bajo. Se recomienda a las embarazadas a no viajar a países que tengan riesgo de fiebre amarilla.

En caso de viajar, se recomienda posponer viajes a zonas de fiebre amarilla hasta 9 meses después del parto, ya que los bebés pueden vacunarse recién después del 9º mes de vida.

Se recomienda no embarazarse al menos 1 mes luego de la aplicación de la vacuna.

  • Fiebre tifoidea

Al tener bacterias atenuadas, se recomienda evitar la vacuna oral. En ese caso preferir la vacuna inyectable ya que tiene bacterias inactivadas.

  • Tuberculosis

Hecha a partir de una cepa atenuada de Mycobacterium bovis, el cual mantiene acción antigénica. Se recomienda recibir la vacuna después del parto.

Si tienes cualquier duda acerca de tus vacunas, no dudes consultar con tu médico o matrona para recibir una mejor orientación.

Dr. Juan Eduardo Donoso

Fuentes: CDC

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