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Carta de un bebé prematuro a su madre.

Recién nacido

Carta de un bebé prematuro a su madre.

Mamá:

Seguramente una de las alegrías más grande de tu vida fue saber que venía en camino.

Mamá, yo sé que desde el primer día me cuidaste con el alma, te cuidaste con el alma, hiciste todo lo que podías para hacerme sentir bien, muchas veces te tragaste penas y te fuiste de lugares desagradables, solo por protegerme.

Mamá, yo sé que planificaste cada detalle, que miraste el calendario mil veces, que hiciste cruces en los días, que tachaste cada semana buscando el mejor momento para mi llegada. También sé que querías hacer muchas cosas por mí, entiendo que te habría gustado sentirte mucho mejor, pero que a veces te quedaste en reposo por resguardarme, por mi bienestar, dejando de lado tus propias aficiones o gustos.

Mamá, yo sé que esto desordenó todo, tus planes, descolocó a mis hermanos, asustó a mi papá, puso tenso al médico y eso te preocupó muchas horas. Yo sé que lloraste asustada, que tenías miedo por mí vida, que pediste al cielo que aguantara más días dentro tuyo.

Mamá, yo sé que querías con un parto diferente. Tal vez no fue como soñabas, pero fue tan lindo saber que te vería pronto… que fue como soñé yo.

Por eso quiero decirte que siempre tuve y tendré lo mejor: a ti. No necesito más, todo es accesorio si te siento cerca. Sé que siempre buscaste lo mejor para mí.

Se muchas cosas también que nunca te diré, porque no es necesario, porque las sabes, porque las sabemos solamente tu y yo, porque seguimos siendo uno mientras estuve acá afuera esperando para que me lleves a casa contigo. Y tendremos esta conexión especial para siempre.

Tengo a la mamá más amorosa, más linda, más fuerte que pude elegir, esa que puede con todo y que me acompañó día tras días en mi periodo de maduración extra uterina. Y que me acompaña en mis pequeños grandes logros.

Se que tengo necesidades distintas a las de los otros bebés y agradezco que no me compares y me aceptes (y me ames) tal cual soy. Soy gracias a ti.

¿Qué hiciste mal? NADA. Amar es hacer todo bien.

¿Tuviste la culpa? NUNCA. La vida es un azar de va y ven, lo único que me importa es que soy tu bebé y tú mi mamá.

¿Qué quiero de mi vida? Solo que me abraces a penas pueda, que me cuides, que me tomes mucho en brazos, que me cantes, que me hagas cariño. No necesito más.

Seré prematuro para siempre, no debes olvidarlo. Pero te tengo desde antes y siempre voy a recordarlo.

Un hijo prematuro marca la vida de una madre, nunca serás la misma, pero tengo la certeza (porque te conozco toda mi vida) que cada día eres una mejor persona, para mí y para el mundo todo.

 

Tu bebé prematuro.

 

Escrito por la Psicóloga Varinia Signorelli para Medela Chile, quien acompaña a las madres de niños prematuros en su primer período.

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