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Guía practica de supervivencia: Mamá SOS

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Guía practica de supervivencia: Mamá SOS

 

Dependiendo de nuestro estado de ánimo y de los factores externos, habrán día mejore y habrán días en los que necesitamos ayuda imperiosa. Siempre es más fácil con ayuda y ojalá apareciera siempre, sin embargo muchas veces debemos bancárnoslas solas. Entonces con nuestra mejor actitud optimista partimos el día y parece que una nube negra se poza sobre nuestra cabeza, todo nos sale (o creémos) que nos sale mal. Detente ahí, tal vez es momento de pedir ayuda.

 

Pedir ayuda debería ser un derecho humano, así para que se normalice, todas deberíamos ser capaces de pedir ayuda por autocuidado, por tus hijos, por tu familia, por tu entorno, no solo por ti. De todas maneras es una habilidad que se entrena. Tranquila, después de leer este post serás experta en pedir ayuda, en pedir lo que necesitas. Pedir ayuda para recargar pilas es el DEBER de una madre, parte del autocuidado que nos permite una mejor relación con nuestros hijos.

 

¿Cómo pedir ayuda?

 

  1. Detectar qué es lo que necesito y ponerle nombre.

 

Muchas veces colapsamos y cuando nos preguntan qué es lo que pasa, solo somos capaces de describir la situación que nos tiene mal o las situaciones que me alteran: “Lo que pasa es que siempre soy yo la que tiene que mudar a la guagua y nunca te preocupas de cambiarle el pañal a tiempo”

 

Pero resulta que repitiendo lo que nos molesta nos llenamos de rabia y no logramos que cambie la dinámica que nos está generando dificultades. Al detectarlo puedo ser más asertiva en lo que siento: “No quiero seguir sintiéndome sola en esto de cuidar la higiene de mi guagua, estoy pendiente todo el día y siento que no puedo apoyarme en nadie en esta tarea” Esa es la realidad, cuando detecto la real necesidad sin quejarme, entonces estoy lista para pedir ayuda.

 

Ya que en la mera descripción no estamos dando luces para que quién me escucha me de lo que necesito, es importante saber qué necesitamos:.

Entonces al detectar lo que necesitamos lo pedimos claramente: “Necesito que te preocupes de cambiar el pañal cada dos horas”

 

  1. Confía

 

Luego que fuimos clara en lo que necesitamos debemos confiar. Confiar para delegar, es el segundo punto.

Delegar implica en que dejamos en manos de otro lo que creemos que es importante, bueno: en este caso lo que es muy importante, entonces debemos ser fuertes y dar la posibilidad que se ganen nuestra confianza.

Es decir, si estamos ahí mirando si las cosas pasan como quiero no delegamos. Si no delegamos, no descansamos, todo el trabajo: el punto 1 no serviría de nada. Nuestro esfuerzo en vano. Por lo tanto: mira para otro lado y confía, ya habrá tiempo de evaluar si se hizo correctamente o no. También podremos, posteriormente, pedir algunos ajustes, pero todo después.

 

  1. Abastecernos de imprescindibles

 

Para pedir ayuda en el cuidado de nuestros hijos tenemos que tener en cuneta que nadie lo hará tan bien como nosotras, lo sabeos, pero necesitamos un respiro, entonces lo tendremos para seguir funcionando. Como nadie lo sabrá hacer tan bien, vamos a armar un stock de imprescindibles para dejar a quien se va a quedar a cargo: abuela, papá, amiga, etc.

 

Esta lista está hecha según las necesidades de un grupo importante, pero cada una podrá incluir su imprescindible.

 

  • Pañal desechable : el que habitualmente usa tu guagua: sabremos de tolerancia en su piel y absorción comprobada.
  • Colados Naturnes : Los prefiero porque no tienen sal, ni azúcar, ni preservantes; tienen un rico sabor y a mi guagua le encanta.
  • Música favorita : habitualmente nuestra guagua tiene un playlist de rutina, que la calma y la hace sentir en casa. Úsalo.
  • Un reloj con alarma : Deja claro los horarios de tuto, leche, comida y juego. Las rutinas generan seguridad en los niños, flexibilizar no está mal, pero al no estar la mamá puede ayudar tener horarios establecidos.
  • Juguetes favoritos : deja sus objetos amados claros a quien cuidará, así también como palabras que puedan ayudar (“mira el perrito”, “vamos a jugar a las burbujas” “shh shhh shh”, etc.)

 

 

4) Libérate de la culpa: Lo mereces.

 

¿Culpa? Qué es eso.

 

Equipo SuperMadre

 

 

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